Pensar como un diseñador puede transformar la forma en que desarrollamos productos, servicios, procesos e incluso estrategias.
La creatividad es un juego de números. Eche un vistazo a Thomas Edison, inventor de la bombilla y poseedor del récord de 1,093 patentes. Son 1.093 ideas brillantes, de las cuales solo se realizaron un puñado de hazañas. Agregue a eso el número inimaginable de ideas que no llegaron al estado de patente, y está claro que incluso las personas más creativas rara vez tienen éxito en la primera vez.
Pero, eso no les impide generar ideas constantemente. Y a partir de esas ideas, nuevas, más desarrolladas, las ideas crecen. Es un proceso de prueba y error calculado, en el que los innovadores pueden aprender de cada falla e iterar refinando, modificando o construyendo cada nueva versión. Y en un momento en que la importancia de la economía creativa está surgiendo rápidamente en medio de una economía mundial volátil y cambiante, la capacidad de innovar nunca ha sido más importante.
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Excel con empatía
Con el comienzo de la cuarta revolución industrial, los intervalos de innovación se acortan a un ritmo rápido. Las empresas luchannpor imitar la velocidad y el ingenio de las empresas emergentes, y compiten por la atención de los consumidores en un mercado ya saturado. Ahora más que nunca, la creatividad y la innovación se han convertido en habilidades críticas para lograr el éxito en las economías desarrolladas. Donde los avances tecnológicos continúan cambiando el panorama empresarial y automatizando los roles de trabajo como los conocemos, los empleados tienen la oportunidad de sobresalir al aprovechar la empatía a través del pensamiento crítico, analizar situaciones y ofrecer un valor emocional, creativo e intelectual donde las computadoras no pueden.
Ingrese al pensamiento de diseño : no es un concepto nuevo, sino uno que se ha incorporado a una creciente gama de industrias en todo el mundo en los últimos años. Para el innovador, el pensamiento de diseño representa un enfoque que minimiza la incertidumbre y el riesgo de innovación. Al concentrarse en las iteraciones rápidas de una idea y comprometer activamente al cliente en un diálogo abierto a lo largo del proceso, una empresa está mejor posicionada para comprender la causa raíz que realmente necesita direccionamiento y las características del producto o servicio que deben proporcionar para satisfacer esa necesidad.
Piensa como un diseñador
Cuando pensamos como diseñadores, somos capaces de transformar la forma en que desarrollamos productos, servicios,procesos e incluso estrategias. Basándose en la lógica, el razonamiento sistémico y la imaginación para explorar las posibilidades de lo que podría ser, el pensamiento de diseño aborda la creatividad desde un ángulo diferente, alternando entre el pensamiento divergente y el convergente. Esto significa crear tantas ideas centradas en la solución como sea posible, y luego reducir la decisión de la mejor manera de avanzar.
Con el pensamiento de diseño, nuestras ideas evolucionan constantemente con cada nuevo intento y cada nueva información extraída de los usuarios está a la mano. Iterativo y repetido a menudo desde numerosos ángulos, el proceso creativo no es lineal, y nunca debe ser tratado como tal. Y es altamente social, con algunas de las mejores ideas que se presentan como resultado de la empatía, la interacción y el intercambio. No debería sorprender que nuestros lugares de trabajo desempeñen un papel integral para permitir el proceso creativo y garantizar que los empleados tengan el apoyo, la inspiración y los entornos de adaptación necesarios para interactuar e innovar.
Cada vez más vemos que las organizaciones más grandes y más establecidas se esfuerzan por emular la cultura innovadora de las "startups". Sin embargo, escalar la creatividad y los métodos de innovación requiere estructura y proceso, y la misma mentalidad y prácticas que ayudan a hacer que las grandes organizaciones estén bien engrasadas. A menudo pueden ser las principales barreras que sofocan la innovación y los procesos creativos.
La creatividad y la innovación florecen cuando los líderes senior entienden la importancia del fracaso en el proceso creativo, y diseñan un entorno a propósito y proporcionan recursos que permiten a los equipos experimentar, fracasar, aprender y explorar nuevos enfoques para convertirse en tomadores de riesgos inteligentes.
Fomentar una cultura creativa
Cuando nuestras experiencias y entornos de trabajo fomentan una cultura de elección y control , la probabilidad de atraer pensadores innovadores con mentalidad global aumenta considerablemente. Al igual que la propensión a lograr el momento dorado "aha"cuando se descubre una visión transformadora.
Se trata de ofrecer una variedad de espacios de trabajo y posturas individuales y colectivos que apoyan a los empleados y equipos a través de los distintos modos y etapas del proceso creativo. Una parte importante de este proceso es asegurar que los empleados tengan la opción de elegir cómo y dónde trabajan durante todo el día en función de la tarea en cuestión. Esto también significa proporcionar espacio para relajarse y rejuvenecer. Cuando la mente está relajada y solitaria, puede vagar libremente y abrir más fácilmente el flujo interno de la voz creativa.
A medida que la carrera para acelerar el negocio exige que las organizaciones ofrezcan innovaciones más grandes, más rápidas y mejores, el pensamiento de diseño está demostrando ser una herramienta importante para ayudar a los empleados a obtener una mayor claridad y encontrar ideas viables y deseables en el proceso creativo. Más allá del innovador, puede beneficiar a cada función en una organización, obligando a centrarse en el usuario y alentando continuamente a los empleados a buscar nuevas ideas, ideas y conceptos para ayudarles a diseñar soluciones que se deleiten y se comprometan a la vez que proporcionan un significado en nuestra vida diaria.